miércoles, 23 de agosto de 2017

Las Farc se alistan para su ‘debut’ en la política



Esta semana será crucial para las Farc que desde el sábado tendrá la instalación del congreso constitutivo del partido que fundarán para iniciar su vida política. Se espera que allí den a conocer el nombre definitivo y también quiénes serán sus representantes en las elecciones de 2018.

Por ahora, Pablo Catatumbo, jefe de la organización, dice que “un partido para un nuevo país” sería la consigna de la organización política y les pide a algunos que no se adelanten cuando afirman que las Farc no tendrán mayor futuro político.

“Estamos planteándole a Colombia un nuevo partido para un nuevo país, una renovación de las costumbres políticas, planteando muchas cosas que la gente está reclamando: que luchemos por la justicia social, contra la corrupción, porque haya más democracia, gobiernos que se preocupen por ellos”, precisa Catatumbo.

La declaratoria política, que fue el resultado de varios días de discusiones entre los delegados de las Farc, llama a todos los candidatos presidenciales para que participen en este congreso.

Escucharlos, dijo Carlos Antonio Lozada, vocero de las Farc, ayudará a decantar las propuestas e ideas que tienen para seguir configurando la estrategia política de cara al 2018. Además de dar una visión e ir estableciendo lo que será el partido a largo plazo. ¿Cuál es la bandera principal?

“Las alianzas tácitas o explícitas con sectores políticos, sobre todo alrededor de la defensa del proceso de paz, es su mejor alternativa y en ese sentido están sectores del Partido Liberal, del Polo y van a tener una afinidad de hacer campaña con lo que significa el proceso, con lo que fue y con lo que viene de implementación”, dice Iván Garzón, director del programa de Ciencia Política de la Universidad de la Sabana.

Las posibilidades de que haya una gran coalición por la paz no es nueva, Humberto De la Calle la ha planteado desde hace mucho. Y lo confirmó tras hacerse candidato.

Sin embargo, Garzón considera que “el nuevo partido va a ser un compañero de ruta vergonzante, los políticos van a seguir diciendo que no están con las Farc y que no son sus representantes, pero en la práctica saben que necesitan los pocos votos que tengan”, dice.

En este posible escenario, para el experto, se debe pensar realmente en cuánto pueden llegar a aportar dado que están en el proceso de reintegración a la vida civil. Sin embargo, la docente de Marketing Político y Estrategias de Campaña de la Universidad Externado, Angie Katherine González, sostiene que puede contemplarse lo que podrían restarle a un candidato, como por ejemplo, a Humberto De la Calle, quien ha sido claro en afirmar que no es el candidato de las Farc.

“Las personas a pesar de estar a favor de la paz van a estar renuentes a que se les meta dentro del mismo canasto o dentro de los mismos apoyos de las Farc”, dice González.

Sobre que la bandera sea la paz, se cuestiona Garzón: “Ahí la pregunta es si eso va a ser suficiente marco para los próximos años, porque finalmente un partido hoy puede hablar sobre el proceso, pero en cinco años no”.

El nombre no es lo de menos

Las Farc no solo piensan en las presidenciales, sino en las legislativas en donde ya tienen aseguradas —por cuenta del acuerdo de paz— 10 curules: 5 en la Cámara de Representantes y 5 en el Senado de la República.

Por supuesto, el reto para ellos es conseguir más votos de los que se necesitan para esas curules, o como mínimo alcanzar los votos suficientes para darles legitimidad, por ello el establecimiento de las tesis políticas que manejarán y las propuestas son de gran importancia.

Parte de estos temas se abordaron en el encuentro del Estado Mayor Central de las Farc a comienzos de mes, que bautizaron ‘Convergencia por la Reconciliación y la paz’. Incluso, ronda por los medios de comunicación un documento de once páginas que sería el borrador de lo que será su partido.


En el documento se establece que seguirán con una organización muy parecida a la que han manejado como guerrilla en todo lo que respecta a su presencia regional, pero ahora para ejercer la política; se establece también que serán un partido de corte marxista-leninista y hasta el nombre.

Aunque desde la organización dicen que lo único oficial es su declaratoria, y que deben esperar el Congreso. Pero, de sobrevivir dicha propuesta, mantendrían sus siglas. 

Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia fue el nombre que el número dos de ese grupo, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez’ dijo que seguramente llevaría el partido, tras confirmar la realización del congreso fundacional.

“No queremos romper los vínculos con nuestro pasado, hemos sido y seguiremos siendo una fuerza revolucionaria”, dijo el martes Márquez en el acto simbólico en que la ONU se llevó el último contenedor con armas de las Farc. 

“Si ellos están apuntando al tema de visibilización, ya tienen una marca construida y la gente puede asociar muy fácil esa sigla con las personas que se van a lanzar a hacer política. No obstante, sobre ese nombre hay una imagen negativa. Entonces las personas siempre que piensan en las Farc, pese a que le cambien las palabras, asociarán toda la historia que significa”, dice la profesora González.

Así pues, el hecho de conservar el acrónimo Farc parece un arma de doble filo, pero el director del programa de Ciencia Política de la Universidad de la Sabana es mucho más crítico porque para él desmuestra la desconexión total que tendría el grupo con la gente: 
“Ellos están convencidos de que la sigla representa su historia gloriosa y precisamente lo que la sigla representa para el ciudadano promedio son sus crímenes. Políticamente hablando, me parece una decisión muy desacertada”.

González resalta que es la manera de hacerles saber a todas las personas que viven en los lugares alejados del país, en donde ellos tuvieron una presencia histórica, que siguen presentes, pero que en definitiva les quedará muy difícil lograr votantes de grandes ciudades.
Lo que tienen que hacer, explica la profesora, es segmentar a sus electores y con esa medida establecer el tipo de lenguaje y el mensaje que enviarán como organización política.

En la Habana

Miembros de las Farc estuvieron en la primera semana de agosto en La Habana. Cuba, en una reunión con su jefe máximo Rodrigo Londoño, alias Timochenko, para informarle sobre todo lo que se había debatido en la organización sobre la plataforma política, los estatutos del nuevo partido y sus directivas y ultimar detalles para la realización del congreso fundacional. 

La reunión, que se desarrolló durante cuatro días, fue la antesala al congreso político de las Farc, que se realizará en Bogotá, entre el 26 y el 29 de agosto.

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