Pyonyang amenazó con hacer caer aeronaves de combate que estén cerca de su territorio.
Ha pasado casi medio siglo desde que Corea del Norte derribó un avión militar estadounidense. En la actualidad, sus generales podrían encontrar la tarea aún más difícil.
El principal diplomático de Corea del Norte calificó el lunes las advertencias del presidente Donald Trump al régimen de Pyonyang como una declaración de guerra y aseveró que su país estaría en su derecho de derribar aviones de combate estadounidenses en el espacio aéreo internacional.
Dos días antes, los Estados Unidos habían enviado aviones de combate y bombarderos al extremo más al norte de la zona desmilitarizada sobre el litoral de Corea del Norte en el que hayan volado durante este siglo.
Estados Unidos decidió publicitar la demostración de su poderío militar porque los radares de Corea del Norte no pudieron detectar el paso de los aviones, informó Yonhap News, citando a Lee Cheol-woo, responsable del comité de inteligencia del parlamento de Corea del Sur.
Las fuerzas armadas de Kim Jong-un podrían atacar a los cazas estadounidenses con sus aviones de guerra o con sus misiles tierra-aire.
En 1969, los aviones de combate MiG de Corea del Norte derribaron un avión de reconocimiento EC-121 desarmado sobre el Mar de Japón, a unos 145 kilómetros (90 millas) de su costa, acabando con la vida de 31 personas.
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